¿Ciudades horizontales o verticales?

Armando Trujillo Villa | Marzo 06, 2017

Las necesidades que plantea el Gobierno Federal respecto al crecimiento de las ciudades en los últimos años, ha sido vertical, como lo hemos podido ver por todas partes, lo más importante es comprender el porqué de estas políticas.

La mala planeación de las ciudades con un crecimiento horizontal, han provocado que se expandan de una forma desproporcionada, lo que ha generado deterioro en la calidad de vida de las personas que habitamos en ellas.

Para entender un poco más, cuáles son los principales problemas que se generan con la expansión horizontal, menciono a continuación algunos de ellos:

Se construyen fraccionamientos lejanos a los centros de las ciudades.
Los Gobiernos Federales, Estatales y Municipales, se ven en problemas al tener que abastecer de servicios públicos a esas comunidades lejanas, tienen que implementar medios de transporte, infraestructura de agua y drenaje, energía eléctrica, servicios de recolección de basura, etc.
Los desarrollos construidos a las afueras de las ciudades han generado un serio problema para quienes compran, al no contar con transporte público adecuado.

Quizás después de leer lo anterior podamos empezar a pensar que esta política vertical no es tan mala como de repente parece, pero también tiene su problemática, sobre todo en la implementación de una forma de vida diferente a la que en México estamos acostumbrados tener, sobre todo porque no comprendemos que debe ser primero “si el huevo o la gallina”, y en esto me refiero a todas las adecuaciones previas que los Gobiernos deben implementar antes de crear las ciudades verticales, como son las siguientes:

Debe considerarse que hacer ciudades compactas va de la mano con implementar un transporte público efectivo y digno, como lo tienen implementadas en ciudades europeas, en donde las personas utilizan muy poco los vehículos.
Infraestructura hidráulica, la cual es necesario medir, no es lo mismo que los drenajes reciban los desechos de un solo terreno que actualmente es una casa, a recibirlo después de que en el mismo terreno se construyen 50 departamentos, así como el consumo de agua será 49 veces mayor en este ejemplo.
Incorporar una cultura de respeto al peatón y ciclista, ya que derivado de esto se podrá considerar una baja importante en cuestiones de aforos viales (Tráfico).
Crear planes parciales adecuados que permitan normas claras sobre lo que se puede y no se puede construir en cada espacio de las ciudades, ya que actualmente en la mayoría de ellas no se cuenta con un plan vertical, lo que imposibilita el hecho de tener permisos de edificios.

Como puedes ver, para considerar tener una ciudad vertical es indispensable que los Gobiernos trabajen en todo esto antes de empezar a edificar por todas partes, evitando así colapsar drenajes, abastecimientos de servicios y las vialidades de las mismas. En los mismos planes parciales es necesario también tener espacios horizontales bien definidos para quienes tengan dichas necesidades.

Desde que infonavit dejó de construir los edificios multifamiliares, poco se hizo al respecto y los desarrolladores empezaron a salirse de las ciudades marginando a los habitantes por su poder adquisitivo, ofreciendo pies de casa de tamaños ridículamente pequeños que violan a toda luz la calidad de vida de estas personas.

Los planes parciales deben prever este tipo de vivienda vertical también, con diferentes requisitos para que puedan ser productos económicos al alcance de las personas con menores recursos.

Las necesidades a través del tiempo, son las que marcan el nuevo estilo de vivir en México, quizás nos va a costar adecuarnos a las nuevas formas de vida en edificios con todos los servicios, sin jardines en nuestras casas, transportándonos en transporte público o bicicletas, eso es definitivo, aunque por otra parte, las generaciones que vienen ya visualizan este nuevo estilo de vida, de ahí que ahora vemos a la venta desarrollos verticales con conceptos innovadores para cada tipo de personas, con mercados más segmentados, mismos a los que tendremos que acostumbrarnos a vivir de aquí en adelante, ya que es una realidad vigente.