Cuando se trata de cuidar tu patrimonio, existen una serie de trámites destinados a la protección de los inmuebles. Éstos son cada vez más solicitados ya que, cualquiera que sea tu tipo de vivienda, éstos aseguran y protegen tanto a tu propiedad de daños en el contenido y el continente, así como a terceras personas tanto en lo material como en lo personal.

Es importante tomar en cuenta que antes de contratar un seguro es necesario saber el valor catastral y real del hogar o en cuánto está valuado, así como tener una idea del tipo de cobertura que vamos a solicitar ya que las pólizas ofrecen coberturas para distintos aspectos. Se debe saber también el valor del contenido, el cual hace referencia al capital total del valor de los bienes inmuebles que se encuentren dentro de la propiedad (muebles, electrodomésticos, ropa, joyas, etc.). En cuanto al continente se deben incluir todos los elementos que forman parte de la estructura de la vivienda (muros, paredes, instalaciones fijas, cimientos, etc.) Es muy importante decretar el valor real de la vivienda (no más, ni menos) respecto a su estructura y contenido, ya que dependiendo de éste será el total tanto de la prima final como de la cobertura o indemnización en caso de cualquier accidente.

Otro punto muy importante es la modalidad de indemnización. Se debe dejar claro si la compañía reemplaza, repone o indemniza al asegurado con efectivo en caso de siniestro (daño al inmueble).

Asimismo es imprescindible indicar a qué tipo de vivienda está orientado. Debemos especificar si se trata de una primera vivienda o una vivienda habitual, si es una casa de vacaciones o un inmueble destinado al alquiler. Las aseguradoras normalmente también toman en cuenta si la propiedad cuenta con algún tipo de medida de seguridad (alarmas, rejas, cajas fuertes, etc.)

Como propietario de un inmueble debes conocer a detalle cuáles son las coberturas del seguro de tu hogar para saber en qué casos en específico te puedes dirigir a tu compañía. Es una regla general que este tipo de seguros incluyan garantías para proteger al dueño frente a daños materiales, robo, daños estéticos y responsabilidad civil. Existen también coberturas opcionales como lo son los servicios de bricolaje o la reparación de electrodomésticos.

Si aseguras una propiedad destinada al alquiler, como propietario puedes protegerte frente al impago de las rentas o de daños malintencionados por parte del inquilino.

Recuerda consultar a algún asesor de seguros antes de contratar. Existen muchas opciones de pólizas y coberturas de acuerdo a distintos tipos de viviendas. Es importante comparar los distintos seguros así como preguntar por los servicios opcionales. Debes saber también si hay riesgos en la ubicación de tu inmueble que puedan influir como factores de riesgo (ej. si se encuentra en zona de sismo). Se toma también en cuenta si se vive en una casa o departamento, si vive cerca de la playa o el mar, el tipo de construcción y de acabados. Toma en cuenta que la aseguradora cada año debe actualizar el valor de una casa.

Según datos de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en México el seguro de vivienda únicamente tiene una penetración de entre 6 y 10 por ciento.

Investiga hasta asegurarte que el seguro que contratas es el indicado para ti y tu inmueble, y que de esta manera puedas estar tranquilo y protegido en caso de cualquier percance.

Referencias:

http://propiedades.com/blog/informacion-inmobiliaria/escoger-mejor-seguro-casa

https://www.mapfre.es/seguros/particulares/hogar/guias/mejor-seguro.jsp