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La arquitectura y la realidad aumentada como nuevos aliados

La realidad aumentada se ha convertido en una tecnología popular y mundialmente conocida gracias a Pokemon Go. Pero esa es solo la punta del iceberg, porque la industria no para de imaginar diferentes maneras de emplearla en sectores como la medicina, la educación, o la arquitectura.

Y es que si gracias a la AR podemos ver a un personaje de dibujos en 3D sobre nuestra cama, ¿por qué no usar esa tecnología, por ejemplo, para saber cómo quedarán los pilares de un edificio en plena fase de construcción?

El mundo de la arquitectura se ha hecho esta pregunta, sobre todo con la llegada hace solo unos meses de Hololens, las gafas de realidad aumentada de Microsoft con las que el sector ya experimenta para revisar maquetas constructivas o dar vida a proyectos que aún solo existen sobre un plano.

La capacidad de crear una realidad mixta

Pero antes de seguir ¿qué son las gafas Hololens? Se trata de unas gafas capaces de crear una realidad mixta, esto es, compuesta por la suma indisoluble de lo virtual y lo real. El usuario que se las pone puede ver imágenes proyectadas en 3D sobrepuestas sobre el entorno que le rodea en ese momento y, además, interactuar con ellas. Una realidad diseñada por ordenador que se instala a la perfección en un contexto real.

“La realidad aumentada puede cambiar por completo los cimientos del diseño arquitectónico”

Las gafas tienen, además de un potente procesador de 24 núcleos y una unidad de procesamiento holográfica, varias cámaras y sensores que permiten, por ejemplo, que “cojamos” con nuestras manos un objeto virtual y podamos colocarlo en otro punto del lugar en el que estamos. Una tecnología que, por tanto, combina realidad virtual, realidad aumentada, holografía, Kinet, y la misma vida real para componer su mundo interactivo.

Con estos mimbres, imaginaos cuántos cestos. La NASA y Microsoft, por ejemplo, ya han lanzado un proyecto para que los astronautas puedan entrenar situaciones simuladas a bordo de la Estación Espacial Internacional con la ayuda de las gafas Hololens. En el terreno de la educación se abre la veda de las simulaciones para aprender multitud de técnicas con una logística más sencilla y, probablemente, más económica.

¿Una nueva forma de hacer casas?

Aprovechando las posibilidades de la realidad mixta y la tecnología de las gafas Hololens, la arquitectura puede cambiar por completo su forma de funcionar.

El arquitecto, el cliente o los mismos obreros pueden ver cómo quedará una obra en el mundo real y a la escala adecuada, e incluso interactuar con ella.

Andar por el interior de un espacio, ver los detalles de la estructura, comprobar si los cálculos de los materiales son los correctos, o escudriñar cada detalle de las instalaciones incluso sin haber sido construidas son solo algunas de las ventajas que las gafas Hololens ofrecen a la ingeniería y la arquitectura.

Muchas empresas están trabajando con esta tecnología para optimizar el diseño de los edificios, como el arquitecto y profesor de la Escuela de Artes y Arquitectura de la Universidad de California Greg Lynn, que presentó en la Bienal de Arquitectura de Venecia un complejo arquitectónico futurista concebido con ayuda de las gafas de realidad aumentada.

Además, la empresa Trimble ha lanzado ya una versión de la aplicación SketchUp Viewer para Microsoft HoloLens. Esta permite visualizar y manipular modelos virtuales sobre estructuras físicas, por lo que, gracias a la superposición digital de los diseños en entornos reales, se evita tener que producirlos físicamente.

Los pronósticos vaticinan que pronto serán los propios obreros quienes lleven in situ las gafas Hololens para revisar las edificaciones y detectar posibles problemas o fallos, pero para ello se tendrán que contemplar también cuestiones de seguridad.

La realidad aumentada ha llegado para hacer que medio mundo vaya por la calle persiguiendo muñecos virtuales, pero sobre todo y mucho más allá de eso, para modificar por completo los cimientos del diseño arquitectónico.