Contrarresta la contaminación
La mala calidad del aire ha abarcado los titulares de las noticias durante ya algún tiempo. Una manera de contrarrestar es rodeandonos de árboles. Según un estudio publicado en el ACS Journal Environmental Science, los lugares que cuentan con enredaderas, pasto y árboles pueden reducir hasta en un 40% las concentraciones de NO2.
Mejora la calidad de vida de las personas
Diversos estudios demuestran que vivir cerca de un entorno natural brinda beneficios a la salud humana tanto psicológica como físicamente. Por ejemplo, se combate el estrés, ansiedad y depresión. Estos cambios psicológicos se pueden demostrar mediante pruebas psicológicas, electroencefalogramas, por medio de mediciones de flujo sanguíneo cerebral, por parámetros cardíacos de presión arterial y de cortisol en saliva.
Incita la actividad física
Vivir cerca del bosque aumenta las posibilidades de que realicemos alguna actividad física. Además, de acuerdo a investigadores suecos, vivir rodeados de áreas verdes nos ayuda a recuperarnos más fácil del agotamiento.
Fomenta la interacción social
Esto se debe principalmente a que el bosque es un lugar donde las personas coinciden cuando llevan a cabo diversos tipos de actividades como senderismo, picnics, entre otras.
¿Ya te convenciste que vivir cerca del bosque es lo mejor para ti?